Por Timea, fundadora de TGC y mamá de Zoe
Como madre trabajadora y fundadora de The Governess & Co., he vivido en primera persona el delicado equilibrio que supone desarrollar una carrera profesional mientras se cría una familia. Compaginar las responsabilidades laborales con asegurarme de que mi hija Zoe reciba la atención y el cuidado que merece es algo que trabajo día a día. A lo largo de los años, he desarrollado estrategias que me han ayudado a mantener este equilibrio, y quería compartirlas con otros padres que están atravesando experiencias similares.
Prioriza la calidad por encima de la cantidad
Una de las lecciones más importantes que he aprendido es que la calidad del tiempo con nuestros hijos importa más que la cantidad. En lugar de sentirme culpable por las horas fuera de casa, me concentro en que el tiempo que pasamos juntas sea significativo. Esto implica guardar el móvil, estar completamente presente y participar en actividades que realmente le gusten a mi hija. Incluso 30 minutos de atención plena pueden ser más valiosos que varias horas de presencia distraída.
Construye una red de apoyo en la que confíes
Encontrar la solución de cuidado infantil adecuada ha sido absolutamente esencial para poder concentrarme en el trabajo cuando es necesario. Ya sea que trabajes con una niñera profesional, cuentes con familiares o utilices una guardería, tener a alguien en quien confíes plenamente para cuidar de tu hijo te permite ser productiva sin preocupaciones constantes.
Cuando contraté a nuestra primera niñera, buscaba a alguien que no solo cuidara de Zoe, sino que también enriqueciera su vida con nuevas experiencias y oportunidades de aprendizaje. La búsqueda fue desafiante y me encontré con muchas dificultades; sentía que ninguna agencia de niñeras realmente escuchaba. De hecho, esa fue una de las razones por las que fundé The Governess & Co.: para ayudar a otros padres a encontrar un cuidado infantil profesional perfectamente adaptado a sus necesidades.

Integra tus mundos cuando sea posible
Algunos días llevo a Zoe a la oficina o trabajo desde casa mientras ella juega cerca. Estos momentos le permiten ver qué hace mamá cuando está «en el trabajo», lo cual creo que le ayuda a entender y respetar lo que hago más allá de ser su madre. De manera similar, he encontrado formas de involucrar a mi equipo para que comprendan mis compromisos familiares, creando una cultura laboral que respete las responsabilidades de la crianza.
Programa tiempo familiar «no negociable»
En mi calendario, ciertos bloques de tiempo están marcados como tiempo familiar y se tratan con la misma importancia que las reuniones de directorio. Ya sea nuestra tradición de panqueques los sábados por la mañana o los cuentos antes de dormir cada noche, estos puntos de conexión constantes brindan estabilidad a mi hija y algo que ambas esperamos con entusiasmo, sin importar lo ocupada que esté la semana.
Comunícate con tu cuidadora
Nuestra niñera se ha convertido en una extensión de nuestra familia, y una comunicación clara con ella asegura continuidad en el cuidado de Zoe. Me aseguro de mantenerla informada sobre cualquier cambio de comportamiento o circunstancias familiares especiales. Esta información le ayuda a proporcionar un cuidado coherente que se alinee con nuestro enfoque de crianza.
También animo a nuestra niñera a compartir actualizaciones detalladas sobre su día juntas: momentos de aprendizaje, desafíos y experiencias felices por igual. De este modo, puedo hacer referencia a estas actividades en mis conversaciones con Zoe, mostrándole que estoy interesada e involucrada en su vida diaria incluso cuando no estoy físicamente presente.
Encontrar a la niñera adecuada fue una parte esencial para lograr esto, y animo a todos a buscar ese ajuste perfecto para ustedes y la dinámica de su familia.
Maneja la culpa de forma productiva
La culpa parental es real y puede ser especialmente intensa para los padres que trabajan. Cuando surgen esos sentimientos, trato de replantearlos como una muestra de cuánto me importa, en lugar de una prueba de que estoy fallando. Me recuerdo a mí misma que al seguir mis pasiones profesionales, le estoy mostrando a mi hija determinación y ética de trabajo, al mismo tiempo que proporciono estabilidad financiera a nuestra familia.
Encuentra un cuidado infantil que amplíe tu filosofía de crianza
Una de las razones por las que fundé TGC fue mi convicción de que el cuidado infantil no debe ser solo un sustituto de la presencia parental, sino una mejora en el desarrollo del niño. Cuando tu niñera o cuidadora comparte tus valores fundamentales sobre la educación, la disciplina y el apoyo emocional, tu hijo experimenta una coherencia que beneficia su desarrollo.
Recuerda que el equilibrio entre trabajo y vida cambia cada día
Algunos días estoy más presente en el trabajo, otros más en casa —y he aprendido a aceptar esta fluidez en lugar de esperar un equilibrio perfecto cada día. Lo que importa es el patrón general que se forma a lo largo de semanas y meses, no la distribución exacta de la atención en un solo día.
Trátate con amabilidad
Finalmente, y quizás lo más importante, sé amable contigo misma. Criar mientras construyes una carrera es un desafío, y habrá días en los que sientas que no das abasto en ninguna de las dos áreas. En esos días, me recuerdo que mostrarle a Zoe cómo manejar la imperfección con gracia y resiliencia es quizá una de las lecciones más valiosas que puedo enseñarle.
El camino hacia el equilibrio entre trabajo y familia es constante, con ajustes continuos a medida que evolucionan tanto nuestras carreras como nuestros hijos. Al establecer sistemas que respalden este equilibrio y mantener una comunicación abierta con todos los involucrados —colegas, cuidadores y familiares— creamos entornos donde tanto nuestras aspiraciones profesionales como nuestros hijos pueden prosperar.
¿Qué estrategias te han ayudado a equilibrar la vida laboral y familiar? ¡Me encantaría conocer tus experiencias!